En Brasil, la correcta clasificación de los residuos es fundamental para la salud pública, la preservación del medio ambiente y la eficiencia de los procesos de reciclaje y tratamiento. La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), a través de la RDC 222/2018, establece directrices claras para la gestión de residuos, subdividiéndolos en cinco grupos principales. Esta clasificación facilita el manejo adecuado y seguro de los residuos, garantizando que cada tipo reciba el tratamiento necesario para minimizar los riesgos para la salud y el medio ambiente.
Grupo A: Residuos con Potencial de Contaminación Biológica
El Grupo A abarca residuos que presentan riesgo de contaminación biológica, pues contienen agentes biológicos que pueden causar infecciones. Este grupo se subdivide en:
- A1: Residuos de laboratorios de análisis clínicos, servicios de vacunación, centros de investigación, morgues y otros.
- A2: Carcasas, piezas anatómicas y otros residuos provenientes de actividades de enseñanza e investigación, que no hayan sido sometidos a procesos de preservación.
- A3: Piezas anatómicas y residuos de animales, contaminados o sospechosos de contaminación.
- A4: Residuos provenientes de áreas de aislamiento de pacientes con enfermedades transmisibles.
- A5: Órganos, tejidos, fluidos orgánicos, entre otros, provenientes de bancos de sangre, hemocentros y laboratorios de genética.
Grupo B: Residuos Químicos Peligrosos
Los residuos del Grupo B son aquellos que contienen sustancias químicas peligrosas, que pueden representar riesgos para la salud pública y el medio ambiente. Incluyen:
- B1: Medicamentos e insumos farmacéuticos vencidos, contaminados o prohibidos.
- B2: Productos de higiene y cosméticos vencidos o en desuso.
- B3: Productos de desinfección y esterilización, como desinfectantes, solventes y reactivos químicos.
- B4: Residuos resultantes de actividades industriales, como pinturas, barnices, aceites y grasas.
Grupo C: Residuos Radiactivos
El Grupo C está compuesto por residuos que contienen radionúclidos en cantidades superiores a los límites de eliminación definidos por la Comisión Nacional de Energía Nuclear (CNEN). Ejemplos incluyen:
- C1: Materiales provenientes de servicios de medicina nuclear, radioterapia y laboratorios de investigación con uso de radioisótopos.
- C2: Equipos de radiografía industrial y dispositivos de diagnóstico que utilizan radiación ionizante.
- C3: Subproductos de reactores nucleares e instalaciones de producción de radioisótopos.
Grupo D: Residuos Comunes
Los residuos del Grupo D son aquellos que no presentan riesgos biológicos, químicos o radiológicos. Son similares a los residuos domiciliarios e incluyen:
- D1: Papel, cartón, plástico, vidrio, metal y otros materiales reciclables.
- D2: Restos de alimentos, podas de jardín, residuos de barrido y otros residuos orgánicos.
- D3: Materiales inertes, como escombros de construcción, residuos de demolición, entre otros.
Grupo E: Residuos Punzocortantes
El Grupo E está compuesto por objetos e instrumentos que pueden perforar o cortar (punzocortantes), tales como:
- E1: Agujas, hojas de bisturí, ampollas de vidrio, hojas de afeitar, lancetas y otros similares.
Tratamiento Adecuado para Cada Tipo de Residuos
Cada grupo de residuos requiere un tratamiento específico para garantizar la seguridad y la sostenibilidad ambiental. Los residuos del Grupo A deben ser tratados por métodos como la incineración o la autoclave. Los residuos del Grupo B necesitan neutralización química antes de su eliminación. Los residuos del Grupo C requieren almacenamiento seguro y aislamiento debido a su radiactividad. Los residuos del Grupo D se dirigen a reciclaje o rellenos sanitarios, y los del Grupo E deben ser acondicionados en recipientes rígidos y resistentes a la perforación antes de su eliminación.
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